jueves, 19 de marzo de 2020

Abrazos

De niño coleccionaba "El libro gordo de Petete". Era una  mezcla de conocimientos generales de casi todo. Creo que leí en él la leyenda de un rey que, para momentos de desesperación, pidió que le escribieran en el interior de un anillo una frase que le ayudase. Cuando lo necesitó, acorralado en una batalla, leyó : "Esto también pasará"


En estos tiempos de virus que nos toca vivir, ayer se celebró la segunda ronda de la ¿única? competición deportiva que aun no se ha suspendido. El torneo candidatos de ajedrez. La foto ilustra como dos de los jugadores se dan el codo, en vez del tradicional apretón de manos inicial.

Hace mucho que aprendí a valorar el contacto humano. Por ejemplo, el apretón de manos. Nos da y nos dice mucho de las personas. Uno flojo puede indicar poco interés, desgana; uno demasiado fuerte agresividad... Se recomienda en el mundo comercial cierta firmeza y devolver la fuerza que recibimos para evitar lo que acabo de comentar... Hay uno que especialmente me gusta, que es una especie de mini abrazo...


Echo de menos los apretones de manos. Los abrazos. Soy afortunado porque estoy en esta cuarentena con mi mujer y mis hijos pequeños. Pienso en lo que dijo Fischer, el gran jugador de ajedrez, justo antes de morir en Islandia. Su última frase en el lecho de muerte fue, "que bueno es el calor humano". Hasta él, un ser solitario, se daba cuenta.

Recuerdo nochevieja de 2018. Estaba con mi familia y unos amigos en Londres. De vuelta al hotel, hasta en dos ocasiones, desconocidos se me acercaron y nos abrazamos deseándonos happy new year! dejándome una sensación de alegría y de armonía.



Abrazos gratis que dicen,,,

Ahora salimos todos los días a las 8 de la tarde a aplaudir a la terraza. Tengo un sensación muy parecida. Me da energía el oír los aplausos y gritos de ánimo de desconocidos. No es lo mismo... pero ayuda.

Pues eso, todo esto también pasará. Cuando empecemos a volver a vernos, os deseo abrazos.