El nombre lo sugirió un amigo del batería del grupo, en alusión a su penosa situación económica que atravesaban cuando intentaban empezar como banda de rock.
El 27 de julio de 1977 grabaron una maqueta de 5 canciones, tras sacar de donde no tenían las aproximadamente 120 libras esterlinas que costaba su producción. Esa maqueta incluía, entre otros éxitos, la mítica canción "Sultans of Swing".
Esa maqueta acabó en manos de un afamado crítico musical, que, tras quedar gratamente impresionado, la emitió el 30 de julio en un programa de radio de la BBC. Distintos ejecutivos musicales que lo escucharon comenzaron a buscar a los autores de aquella música. Cuenta uno de ellos que los escuchó por primera vez aquella noche mientras se duchaba y se quedó impactado...
El resto es historia...
Parece que el éxito viene solo, que los "grandes" siempre lo han sido. Pero nunca es fácil.
Mark Knopfler en 1973 se licenció en filología inglesa. Emigró a Londres y hasta 1977, según sus palabras, pasó épocas donde literalmente se moría de hambre. Tuvo que ejercer de lo suyo (profesor de lengua inglesa) para sobrevivir, pero ni un solo día dejó de luchar por ser seleccionado en audiciones a las que se presentaba, o tocar en clubs de mala muerte o lo que fuera que tuviera que ver con aquello en lo que quería convertirse.
Mark Knopfler creía el si mismo. No perdió la esperanza.
En el ajedrez, como en la vida, hay situaciones que parecen desesperadas, perdidas, imposibles. Muchas se pierden, pero hay otras muchas en las que, con fe, apretando los dientes, concentrado, sabiendo lo que queremos, se salvan.
Y es que ya lo decía el genial Tartakower: "Nadie ha ganado una partida de ajedrez abandonando"
¿Abandonamos o seguimos luchando?
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