lunes, 3 de junio de 2013

Coach

Mi relación con la palabra coach es de amor-odio. Por una parte la palabra es chula: "coach", aunque nuestra traducción al castellano, "entrenador o preparador" tampoco suena mal. Pero, de un tiempo a esta parte, creo que se está abusando de ella. La culpa la tiene la moda del "coaching".


El coaching lo define Wikipedia como un método que consiste en dirigir, instruir y entrenar a una persona o a un grupo de ellas, con el objetivo de conseguir alguna meta o de desarrollar habilidades específicas. Vamos, un entrenador. Lo que sucede es que se está aplicando este término a cosas diferentes a las que estamos habituados.

El de la foto es Artur Yusúpov. Uno de los entrenadores (o coach) mas prestigiosos en ajedrez. En los años 80 compitió por ser el retador del campeón del mundo. Incluso en 1990 logró llegar a la final del torneo de candidatos, que perdió por la mínima. 
Su vida dio un vuelco ese mismo año. 

Un dia de 1990, cuando volvía a su apartamento de Moscú, se topó con unos ladrones. Se desató un forcejeo y recibió un disparo en el vientre que casi le mata. Tras una larga convalecencia, decidió cambiar su domicilio a Alemania, donde vive y cuya nacionalidad terminó adoptando. Aunque siguió varios años mas en la élite del ajedrez mundial, poco a poco se fue dedicando a entrenar mas que a competir, junto a su propio entrenador Mark Dvoretsky.


Yusúpov, por lo tanto, es coach. Un coach de prestigio, de garantías. Sus métodos están probados, y él es un referente en su materia. El ajedrez.


Pero en estos tiempos proliferan otros tipos de "coach". Me he puesto en contacto con varias empresas de coaching meses atrás  Todas tienen un denominador común. VENDEN. Venden cursos de coach, venden métodos de motivación... venden. No veo nada malo en vender lo que sea, pero veo una gran diferencia entre un entrenador especialista en su materia, y un "coach" que se vende. La principal diferencia de todo esto es la solvencia del maestro.


Y la solvencia no es tampoco garantía. Kasparov, sin duda uno de los mejores jugadores de la historia, también ha sido ocasionalmente entrenador. Lo fue de Nakamura (un Top Ten en la actualidad), lo fue también de Carlsen (en la imagen junto a él). Ambos le "despidieron". 

Parece ser que "saber" no es sinónimo de "saber enseñar". Lo que habría dado yo en mi juventud por un buen entrenador (o coach) de ajedrez. Lo que daríamos todos por un buen guía, un buen consejero en los momentos difíciles. De eso se aprovechan algunos hoy. De los miedos que nos rodean y de la búsqueda de soluciones hechas. 


Me viene a la memoria la canción "Oración" de Héroes del Silencio. Os la dejo. La letra nos lo dice: La decisión siempre es nuestra.


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