viernes, 27 de septiembre de 2013

Breaking Bad: Esclavos de nuestros actos

Este domingo será (si no pasa nada) un día feliz y doloroso al mismo tiempo. Termina una de las series mas impresionantes que he visto en mi vida: Breaking Bad


Para mi los elementos que hacen que una serie o película sea buena son: Que sea interesante (que no me aburra), que me sorprenda, que sea dinámica (no significa que tenga mucha acción, sino que mueva algo dentro de mi), y que sea creíble. Breaking Bad lo cumple.

Nadie mejor que un jugador de ajedrez sabe que somos esclavos de nuestros actos. Cada jugada que se hace en el tablero, esa que elegimos entre miles y miles de opciones, condiciona el resto de la partida. Cada elección que hacemos forma nuestro futuro, y no se puede dar marcha atrás, puedes intentar rectificar, rehacerte, pero pocas veces es posible. A veces todo se complica, por una decisión inicial, inocente, casi lógica... como en esta maravilla de serie que el domingo toca a su fin...


Porque Breaking Bad es eso. Un pedazo de historia, que parece absurda a veces, dramática en otras ocasiones, con momentos lentos, capítulos algo aburridos, y otros memorables. Con una sucesión de decisiones, de actos de los protagonistas que, con el estímulo de la suerte, y de la desgracia, lleva siempre a un final que tiene una virtud. No te deja indiferente.

Sus autores juegan además con escenas de los capítulos finales intercaladas en la historia, en casi todas las temporadas vemos sucesos futuros que interpretamos y que, al final, siempre sorprenden.

Viendo y disfrutando de esta serie, que en algún momento quise dejar de ver (pero no pude), no puedo dejar de pensar en el título de esta entrada: esclavos de nuestros actos, de nuestras palabras. Tomamos cientos de decisiones cada día, algunas de ellas pensadas, la mayoría automáticas, y así nos va. Una y otra vez rectificando, desdiciendonos, como cantan los Héroes del Silencio en la canción "La chispa adecuada":


"No se distinguir entre besos y raíces
no se distinguir lo complicado de lo simple
y ahora estas en mi lista de promesas a olvidar
todo arde si le aplicas la chispa adecuada"

Promesas a olvidar... Todo arde si le aplicas la chispa adecuada... Arda donde arda "Walter White", el protagonista de la serie, Vince Gilligan su creador, y los actores que encarnan a los personajes, a todos: Gracias.

Y recordemos que no vale no actuar, no hacer ninguna jugada para no equivocarte. Se te acaba el tiempo y pierdes de la peor manera posible, paralizado y con cara de tonto.




viernes, 20 de septiembre de 2013

Home, Casa, Hogar, Mare...

¿Donde está nuestro hogar, nuestra casa?

No me refiero al lugar físico donde vivimos; sino a aquel lugar, persona o cosa que nos hace sentir "a salvo, en casa". Como cuando yo jugaba al pilla pilla de pequeño y, llegaba a la "casa", donde no nos podían pillar (en Valencia, decíamos "mare" que significa madre, mama), donde estábamos a salvo, donde podíamos descansar y parar de correr.


Hace poco vi la película documental "Searching for a sugar man". (Aprovecho para recomendarla encarecidamente). Me sorprendió, mucho y para bien. En una de sus escenas alguien decía algo así como: "vivieron en 20 edificios diferentes, pero ninguno era un hogar", y me hizo reflexionar sobre la diferencia entre vivienda y casa (hogar).

Vivienda: Un lugar donde duermes o estás. No te apetece en especial estar, pero cuando tienes que irte a dormir vas.

Casa (Hogar): Es tu  refugio. No siempre ni a todas horas, pero quieres volver. En ella descansas, te puedes dejar llevar, puedes ser tú.



Y otra idea del documental que os he comentado: "el hogar es la aceptación". En tu casa eres como eres y, aunque te adaptes para convivir con los demás, como no te sientas aceptado, bienvenido, como no puedas dejarte llevar... deja de ser tu hogar para convertirse en tu vivienda.

¿Y que mas? Hay personas que son nuestra casa también. En cuya compañía uno se siente bien, aceptado, puede ser uno mismo. A esas personas se les llama amigos, aunque el tema de la amistad merece una o varias entradas adicionales.

¿Mas? Hay gente que siente su trabajo como su casa. En los tiempos que corren cada vez menos, pero hay afortunados que disfrutan de su profesión y hacen de su práctica, no un trabajo, sino un hogar ambulante.



¿Y mas? Vi hace poco un documental sobre Bobby Fischer (ex-campeón del mundo de ajedrez). Un documental muy malo, del canal Biografía. Lo único que me gustó fueron las imágenes de Fischer que no había visto.Y me fijé en algo relacionado con esto. Para él su único hogar era, no un lugar o una compañía, sino cuando tenia delante un tablero de ajedrez y/o un contrincante. Hay gente que hace de su hobby, deporte, campo de fútbol de su equipo... su casa.

Como decía al principio, en Valencia, en vez de decir "casa" jugando al pilla pilla, decíamos "mare" (madre). Y es que, el hogar donde casi todos aprendimos a apreciar lo bueno de la vida, fue junto a nuestra mama (y/o nuestro papa). No siempre lo hicieron bien, pero allí aprendimos el significado de donde queremos estar, de donde nos podemos refugiar.

Y nunca dejaremos de buscarlo.


jueves, 12 de septiembre de 2013

Merecer la suerte

La suerte es caprichosa; todo va bien hasta que deja de ir...


Como le pasó a Carlos Sainz y Luis Rodríguez Moya en 1998. A 500 metros de terminar el rally de Inglaterra y de ganar su tercer mundial, el coche, con el que habían circulado miles de horas y de kilómetros, dijo que no... y perdieron. Verdaderamente mala suerte.

Después hay casos donde la suerte se busca, y se encuentra sufriendo. Hace menos de 3 días mi admirado Rafa Nadal sufrió en el tercer set del Open de Estados Unidos; con 4-4 en el set, y 1-1 en el marcador, frente a Djokovic levantó un 0-40 con su saque. Fue la clave. A partir de ahí gano el set, y en el siguiente barrió a su adversario. Buscó la suerte y la encontró...


La suerte existe. Golpes de suerte y de mala suerte todos tenemos. Hay gente que se empeña en encontrarla, y... no todos lo consiguen. Y hay personas que la merecen, pero que no la alcanzan... ¿Porqué?

Porque no aprovecharon su oportunidad, o porque no la tuvieron, o porque no la vieron... la suerte, las chances, las salidas pasan, todos buscamos trenes donde subirnos, y no siempre los tenemos, o los encontramos.

Uno de los grandes jugadores de ajedrez de la historia, y del que sus rivales decían que tenía suerte, era Miguel Tal, del que ya he hablado en este blog.


Sus contrincantes, tras perder con él trepidantes y alocadas partidas, hablaban de su gran fortuna... Decían que los engatusaba, que hacía magia... de ahí le vino su apodo "el mago de Riga". Él, respecto a la suerte, dijo:

"Si esperas que la suerte aparezca, la vida se vuelve muy aburrida"

Y creo que está en lo cierto. En la escena final de la película "Salvar al soldado Ryan", al soldado Ryan, tras las peripecias y aventuras que suceden, solo le dicen:

"Hágase usted digno de esto (la suerte de sobrevivir), merézcalo".



Veo a personas buenas a diario, gente a la que (a mi también), le vendría bien algo de suerte. Cada uno con sus anhelos y necesidades. Necesitan suerte... la merecen. Lo veo. Lo sé.

Lo que no se es si la buscan, y si el camino, como le pasaba a Miguel Tal, se les hace aburrido o se lo pasan bien. Yo prefiero lo segundo.

Ya llegará esa dichosa suerte.

martes, 3 de septiembre de 2013

Silbando...

Me decía hace varios años alguien, que había venido a España desde un país de Sudamérica, que notaba algo muy extraño en nuestras calles. Nadie silbaba.


Y es que ya lo decían los Monty Python al final de su película "La vida de Bryan", siempre hay que buscar el lado brillante de la vida. Empezamos el mes de septiembre, "el lunes de los meses" como oí que decían la semana pasada, y hay que, en muchos casos, volver al mundo real tras las vacaciones y ponerse uno las pilas. Silbando os aseguro que es mas fácil.

Es casi imposible silbar y estar enfadado. Varios estudios científicos (no puedo dejar aquí de mencionar a mi admirado Daniel Khaneman), demuestran que las posturas y expresiones de nuestro cuerpo influyen en nuestra mente y en lo que sentimos. Brazos y piernas cruzados nos disponen a cerrarnos a nuestro entorno o interlocutor, mientras que gestos como morder horizontalmente un lápiz o saltar, nos predisponen positivamente.


Porque, en nuestra vida, a pesar de todo lo que nos rodea, nos condiciona y nos contamina, nosotros decidimos siempre en última instancia como queremos sentirnos.


Los que jugamos al ajedrez, o cualquiera que practique con pasión un deporte lo sabe. Duele perder. Hay gente que no sabe como reaccionar, huye, se enfada, o tiene una escusa siempre a mano sobre ello.

Hace unos meses perdí una partida especialmente dolorosa frente a un niño. Y fue dolorosa porque, tras jugar muy bien, me desorienté tanto que dejé pasar varias oportunidades de tablas y, finalmente me rendí.



Mientras asumía que tenia la partida perdida y que me tenia que rendir, miré hacia dentro y observé como me sentía. Enfadado, indignado (conmigo mismo), herido... pero mi vista se desvió durante un instante a mi contrincante. Tenía miedo, estaba nervioso. Posiblemente fuera una victoria muy importante para él, de la que se acordaría mucho tiempo y que le motivaría. Decidí entonces ver el lado positivo, el lado brillante de la vida al que cantaban en "La vida de Bryan". Me alegré (lo sé, es contradictorio, perder, estar enfadado con uno mismo y alegrarse...) y felicité honradamente a mi adversario. Me sentí bien. Sigo de vez en cuando pensando y sufriendo los errores que cometí, pero en aquel instante, a pesar de perder, me sentí bien.

Decidí, y quiero decidir ver el lado brillante de la vida. Os dejo con la letra y la canción. Valen la pena.


"Siempre mira el lado brillante de la vida"


Hay cosas malas en la vida
Que pueden volverte loco
Otras te hacen jurar y maldecir

Cuando muerdas en hueso a la vida
No te quejes, sólo silba
Eso ayudará a que las cosas mejoren

Y...Siempre Mira el lado brillante de la vida...
... Siempre Mira el lado luminoso de la vida...

Si la vida parece una bonita mierda
Es que has olvidado algo
Reir, sonreir y bailar y cantar

Cuando estés deprimido
No seas tan tonto
Junta tus labios y silba - eso es.

Y... Siempre Mira el lado brillante de la vida...
... Siempre Mira el lado luminoso de la vida...

Porque la vida es bastante absurda 
Y la muerte, la palabra final 
Enfréntate al telón con una reverencia 

Olvida eso de tu pecado - 
da a la audiencia una gran sonrisa Disfruta - 
a fin de cuentas es tu última oportunidad 

Así que... mira siempre el lado brillante de la muerte
Antes de exhalar tu último aliento

La vida es un trozo de mierda
Cuando te paras a pensarlo
La vida es una risa y la muerte una broma, es cierto

Verás como todo es una farsa
Hazlos reir mientras te vas
Recuerda que la última risa será por ti

Y Siempre Mira el lado brillante de la vida...
Siempre Mira el lado bueno de la vida...

(¡Vamos, chicos, arriba ese ánimo!)
Siempre Mira El Lado Brillante De La Vida...
Siempre Mira El Lado Brillante De La Vida...

(Cosas peores ocurren en el mar, ¿sabes?.)
Siempre Mira El Lado Brillante De La Vida...

(Me explico - ¿Qué tienes que perder?)
(¿Sabes?, vienes de la nada - vuelves a la nada. ¿Qué has perdido? 
¡Nada!)

Siempre Mira El Lado Brillante De La Vida...