miércoles, 13 de marzo de 2013

El rey David

Cuenta la leyenda que David se sentó en cierta ocasión ante el tablero de ajedrez, frente a su contrincante. El arbitro del torneo dio la señal de que las partidas podían comenzar, y David, que jugaba con las piezas blancas comenzó a pensar. Pasaron los minutos, y no hacía ninguna jugada... media hora... y seguía sin empezar (con el reloj corriendo, en ajedrez hay un tiempo limitado de unas 2 horas para las primeras 40 jugadas), casi a la hora de juego, pareció reaccionar y, por fin, empezó a jugar.




David Bronstein no fue campeón del mundo... aunque casi; en la lista de "chessmetrics.com", que puntúa estadísticamente a todos los jugadores de la historia, aparece como el número 1 en los años 1950 y 1951. Empató en su lucha por el titulo, y no lo consiguió porque las normas de entonces indicaban que, en caso de empate, el campeón (Botvinnik) seguía siendolo. 

¿Como se definía David? Cito sus palabras: 

"No diga que soy un genio, ni cosas por el estilo. Diga simplemente que yo entendía "la lógica del ajedrez", y con eso me habrá definido perfectamente."

Entender la lógica de las cosas. Luchar por comprender. Para poder hacer así, los movimientos adecuados, las acciones adecuadas. Siguiendo el hilo de sus citas y pensamientos, me quedo con otro relacionado:

"La creatividad y el miedo son elementos incompatibles en el ajedrez."

Si cambiamos la palabra "ajedrez" por la palabra "vida", o la palabra "felicidad" podríamos aplicar su pensamiento al entorno que nos rodea día a 
día. ¿Como buscar soluciones si nos paraliza el miedo? 

David Bronstein buscaba ideas, el porqué de lo que pasaba, pero no solo como un ejercicio de buscar una explicación, sino de buscar una solución "original", creativa, que ademas de un resultado deportivo, le diera ese sentimiento de felicidad que se obtiene cuando uno es el autor y creador de algo bello.

Gracias a David, y a muchos otros que se esforzaron y se empeñan en demostrar que no solo hay un camino para conseguir las cosas, el mundo es mejor, mas rico y diferente cada 
día.

Cierto autor, cuando hizo la biografía de David, la titulo con gran acierto:

"Bronstein: La alegria del descubrimiento"

Buscar, descubrir, 
alegría... ¿a que en el fondo siempre somos niños?


PD: Según confesó el propio David, en aquella partida donde pensó durante casi una hora que primer movimiento hacer, al sentarse, notó que no llevaba la llave de su casa en el bolsillo, y trató de recordar y descubrir durante todo aquel tiempo, donde la había dejado. Y al descubrirlo, sonrió... y empezó a jugar.


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