lunes, 31 de diciembre de 2012

¡A la mierda!

Pobre Fernando Fernan Gómez... los que solo hayan oído algo de él lo identificarán con lo famosa frase, sin valorar nada mas...


Parece ser que la vejez hace que vayamos mas al grano... Creo que la frase de Fernando Fernan Gomez quedo grabada a sangre y fuego porque fue dicha con toda el alma. Para quien quiera conocer de verdad a Don Fernando, les recomiendo la pelicula documental "La silla de Fernando", donde, al borde de la muerte (falleció apenas un año después), nos habla de su vida y de sus pensamientos con una franqueza y una dureza que llega muy dentro.

Pero vayamos al grano. Contagiado del espiritu y de la ira de nuestro protagonista, os invito a pensar y gritar. ¿Que quereis enviar a la mierda en este año que entra? ¡A LA MIERDA! (Os pongo el famoso video de Fernando para que os dejeis contagiar).



A la mierda lo que sobra en nuestra vida.

A la mierda lo que nos hace daño y consentimos, por comodidad y costumbre.

A la mierda a los que nos hacen sentir mal. Vida hay solo una y no quiero malgastarla con ellos.

A la mierda con el miedo que nos intentan contagiar. NO QUIERO VIVIR CON MIEDO.

A LA MIERDA...

El inicio del año es un buen momento para iniciar cosas, y comenzar con los buenos propositos. En vez de tratar de empezar con empresas imposibles, que en febrero habremos dejado, pensemos en que enviar a la mierda...

Tenemos mas fuerza y valor de lo que creemos. Vamos a por el 2013. Feliz año.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Rencor

Rencor, según la RAE es un sentimiento arraigado y tenaz. Entiendo que negativo... ¿Son los animales rencorosos? ¿Es la naturaleza rencorosa? Creo que no. Los animales aprenden de las experiencias negativas, y tratan de sobrevivir sin mas. Solo los seres humanos sacrificamos nuestra felicidad y pensamiento arrastrados por el rencor... y el motor del rencor es la sed de venganza, justicia...

Rencor va estrechamente ligado a la palabra justicia. En la naturaleza no hay justicia, no se necesita, hay equilibrios que, si se rompen, hacen que incluso el mas fuerte se extinga. Justicia es un término inventado por los humanos, y que las sociedades institucionalizan para que no nos la busquemos cada uno por nuestra cuenta.

Venganza. A muchos nos gustaría ser Edmundo Dantés en "El conde de Montecristo", o a Keanu Reeves en Matrix, en la última escena, cuando el malvado Sr.Smith le mata, y él renace y se convierte en el elegido... y así ambos se vengan de los malvados...


Pero en el mundo real no podemos. Muchas veces no tenemos oportunidades de resarcirnos, de demostrar que lo que ha sucedido no es justo. Corremos entonces el peligro de que el rencor se quede y, como un veneno, nos amargue y nos frustre. Pensar en esto, y no dejarnos arrastrar, nos puede dar segundas oportunidades. Termino con un ejemplo histórico.


Alexander Alekhine fue el único campeón del mundo de ajedrez que murió siéndolo  Ganó en 1927 el título a Capablanca, y no le dio nunca la oportunidad de una revancha.

En 1935 se enfrentó a un holandés, Max Euwe. No esperaba tener muchos problemas en ganar, así que no se preocupó demasiado en su preparación. El resultado, perdió, y Euwe se convirtió en el quinto campeón del mundo de la historia. Alekhine hizo una cosa bien, en el contrato incluyó una clausula por la cual tenía derecho a un match de revancha.

Euwe, uno de los grandes caballeros del ajedrez, no puso inconvenientes y, 2 años después se enfrentaron. Decía Euwe que, en 1935 no tenía ni idea de como iba a ganar (y gano), pero que en 1937 no tenía ni idea de como iba a perder... y perdió. Alekhine consiguió su revancha.

Cuentan que Alekhine, en una reunión de amigos en 1939 en Buenos Aires dijoMi vida es una frustración, a lo que Roberto Gabriel Grau le contestó:

_Pero maestro, Ud. es campeón mundial de ajedrez.
_Si, así es, pero el ajedrez es sólo un juego.

No se frustren. El rencor no es bueno.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Serendipia

"Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta." (Wikipedia).

"Facultad de hacer descubrimientos afortunados por accidente" (Diccionario Collins, traducción del inglés).



Hace tiempo que esta palabreja me tiene atrapado. Serendipia. En inglés Serendipity. Tiene algo atrayente... La primera vez que la leí fue en el titulo de la película del mismo nombre (Serendipity) del año 2001. La peli en cuestión me parece bastante buena (a pesar de ser una comedia romántica, a las que los hombres tenemos cierta alergia), sobre todo atrapa por cómo plantea posibilidades de azar y paradojas del destino, con la fuerza del amor de dos personas como trasfondo. ¿Y si le hubiera dicho esto? ¿Y si hubiera hecho aquello otro? ¿Y si hubiese llegado unos minutos antes?

Aunque la palabra no está admitida por la RAE, en el ámbito científico si. La serendipia (suerte en cierto modo), ha sido fundamental para miles de descubrimientos. Pero lo importante de la serendipia es... estar buscando y observar.

¿Sabemos lo que queremos? La mayoría de las veces caminamos por la vida con el "piloto automático" puesto. Rutina, insatisfacción, mal humor... o lo que podríamos llamar "normalidad". En épocas duras como esta pensamos aquello de "virgencita virgencita, que me quede como estoy..." pero la cuestión es que... el mundo y la vida es un continuo cambio. No observamos lo que ocurre a nuestro alrededor para ver las oportunidades. Oportunidades de adaptarnos, cambiar y seguir siendo todo lo felices que podemos. No para seguir igual porque, como dice Enrique Bumbury en la canción... "Porque las cosas cambian...".


De niños lo observamos todo, estamos ávidos por aprender y por descubrir el mundo... conforme pasa el tiempo nos van "domando" y nos reprimen la capacidad de observar de manera crítica. Quien no busca, quien no mira, quien no piensa... no puede tener serendipia. La suerte, la vida, pasará por delante de sus narices y es que, como dice la canción, no estamos aquí de visita.

PD: Os pongo a continuación la letra de Bumbury, uno de los poetas que tenemos aun entre nosotros.

Porque sabemos agradecer a pesar de lo vivido. 
Porque de todo comienza a ser ya mucho tiempo. 
Porque quien encontró el amor, no lo buscaba tanto. 
Porque las cosas cambian. 

Porque sabemos hacer del escapismo un arte. 
Porque siempre queda espacio para nuevas libertades. 
Porque vuestra amistad me sostiene de cumbia madre. 
Y porque me dejo querer por ti. 

Estas son mis credenciales, 
No hay males que duren más que yo. 
Y prefiero bailar charlestón 
Donde conviene estar parado. 

Porque las cosas cambian y no estamos aquí de visita. 
Espero que me permitan que les contradiga un poco. 

Porque las cosas cambian y cuidado que nos vigilan, 
La policía de lo correcto 
Y las buenas costumbres de hoy. 

Porque emprendemos nuevos viajes extraordinarios. 
Porque perdimos el equipaje con nuestras rutinas. 
Porque la ruina trajo consigo y de la mano las musas. 
Y porque me dejo querer por ti 

Estas son mis credenciales, 
No hay males que duren más que yo. 
Y prefiero cantar rockanrol donde conviene estar callado. 

Porque las cosas cambian y no estamos aquí de visita. 
Espero que me permitan que les contradiga un poco. 

Porque las cosas cambian y cuidado que nos vigilan, 
La policía de lo correcto. 
Y las buenas costumbres de hoy.

Feliz Navidad








lunes, 17 de diciembre de 2012

La amistad y el paso del tiempo

Lo primero que quiero puntualizar es que hay diferentes tipos de amistad, desde la mas íntima (donde el amigo es casi o mas que un hermano), hasta ciertas amistades de conveniencia. Todas ellas nos hacen sentir bien, en mayor o menor medida.

Cuando estamos con un amigo, estamos en casa. La amistad cierta (quizás la palabra "verdadera" sea demasiado absoluta) opino que se basa en el principio del placer. En compañía de los amigos, nos sentimos en lo que podríamos llamar "armonía" (o química). Y nos gusta.


Forrest Gump y Jenny. ¿Porqué eran amigos? A él le producía placer estar con una chica (no se si se daría cuenta de si era mas o menos guapa), y a ella le producía placer... quizás cuidar del débil Forrest, o que él realmente la escuchaba... pueden haber muchos motivos. En esta película vemos que, a pesar de los muchos giros de la vida, la esencia de una amistad permanece.

Las circunstancias hacen que la amistad se fortalezca o se diluya. Todos recordamos a amigos de la infancia con cariño. Amigos que perdimos. Pero creo que es una excepción. Lo que sucede en este caso es que, el niño del que fuimos amigos deja de existir, y da paso al adulto que no conocemos. A mi me ha pasado que, tras muchos años me he reencontrado con ellos y eran unos desconocidos. A pesar de todo, cuando los recordamos, nos sentimos bien.

Hace tiempo que descubrí que lo opuesto al amor es la indiferencia, y lo opuesto a la amistad es el odio. Podemos llegar a odiar al amigo en el que depositamos nuestra confianza (que en el fondo nunca fue amigo), y también seguir el camino contrario. Ser amigo del que odiamos.

Un ejemplo clarísimo es el de las 2 K´as...


Karpov y Kasparov han tenido una de las rivalidades mas largas de la historia del deporte. Miles de horas pensando en el adversario, odiandole, jugando hasta sucio para poder vencer... todo esto pasaba entre 1984 y 1990. Kasparov, tras vencer en 1985, escribió varios libros donde retrataba lo "malo" y ruin que había sido su rival... él tampoco fue un santo... Nunca se "tragaron" el uno al otro... pero el tiempo pasa...


Una vez retirados de la élite las cosas han cambiado poco a poco... Parece que la madurez nos da perspectiva y apreciamos mejor lo que nos rodea. Entre ellos ha nacido una amistad casi forzosa, que incluso les llevó a presentarse juntos a las elecciones por la presidencia de la Federación Internacional de ajedrez (FIDE). Cientos de horas luchando, miles de horas pensando en el otro... ¿quien puede conocerse mas? No creo que lleguen a ser "como hermanos", pero el tiempo nos hace darnos cuenta de lo que de verdad importa. Ganar: por supuesto, pero ser comprendido, apoyado, escuchado y pasar aunque sea un ratito feliz... mucho mas.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Atracción fatal: Jaque mate


¿Porqué el ajedrez fascina y atrae tanto? A jugadores y al cine, por ejemplo. Cientos de películas, los personajes mas inverosímiles... lo han adoptado como icono y símbolo...






¿Porqué, generalmente, cuando se profundiza nos fascina mas y mas?

Dice Jonathan Rowson en su libro (los 7 pecados capitales en ajedrez) que: "El ajedrez es una forma de producción intelectual, y ahí radica su fascinación. La producción intelectual es una de las grandes satisfacciones (sino la mayor) de la existencia humana. No todos podemos escribir una obra de teatro, construir un puente, o idear siquiera un buen chiste. Pero en ajedrez todo el mundo puede, y desde luego debe, ser intelectualmente productivo, y participar así en ese selectivo placer."

Os dejo con un vídeo con 101 mates de cine... Y cuidado, hay algunos que tienen muy mal perder...





martes, 4 de diciembre de 2012

El valor de las cosas

En ajedrez, cada pieza, desde un punto de vista materialista, tiene un valor. El peón es la pieza menos valiosa apriori, y se le da el valor de 1. Al alfil y al caballo se dice que valen como 3 peones, la torre 5, y la dama 9. El valor del rey es, como el de nuestra vida, infinito, pues si se pierde, se pierde todo.


Viendo una película antigua (El Pisito, de 1959), he escuchado de una de las protagonistas algo así: "si lo llego a saber hubiera preferido vivir en una chabola, y así ser felices...", y es que, como en el ajedrez, el valor material de las cosas es relativo. Parece que, en esta sociedad consumista, nos venden que las cosas materiales dan la felicidad. Y si no lo pensamos bien, y nos dejamos llevar, así lo creemos.

Además, cuando uno se acostumbra a cierto nivel de consumismo y confort, se aburguesa y cuesta acostumbrarse otra vez a vivir con menos. Benjamin Franklin paseaba una vez con un joven amigo suyo, hablando de todo esto de poseer cosas. Viendo cerca una canasta de manzanas, tomó una de ellas y se la dio a un niño, quien se lo agradeció con una amplia sonrisa. Tomó entonces otra manzana, y se la dio también. La alegría del pequeño no tenía límites. Tomando una tercera manzana, se la ofreció al niño. Este, a pesar de que tenía sus 2 manos ocupadas, con gran esfuerzo logró tomarla, pero en un descuido se le cayó a un riachuelo cercano, y entonces rompió a llorar... Luego reflexionó con su amigo: He aquí un hombre pequeño con demasiadas riquezas para poder disfrutar de ellas. Con 2 manzanas era feliz. Con 3 ya no lo es.


Es paradójico que Benjamin Franklin sea el que da cara al billete de 100 dólares... pero sigamos...

Del mismo modo, cuando de novatos en ajedrez, ganamos piezas a nuestro rival, nos cegamos y pretendemos coronar una, dos, tres... todas las damas posibles para así acumular ventaja, perdiendo de vista nuestros verdaderos objetivos. Y de ese modo, en muchas ocasiones conseguimos no ganar, y terminamos empatando la partida ahogando al rey contrario en vez de darle mate. Estudios como el del premio nobel Daniel Khaneman, han demostrado que los seres humanos, a partir de ciertos ingresos económicos no aumentamos ya nuestro "bienestar experimentado" o felicidad. Si nos damos cuenta, podemos ser felices.

También los grandes maestros de ajedrez saben que la armonía entre las piezas de un jugador es, si lo material no está muy desequilibrado (igual que en la vida, necesitamos un mínimo de subsistencia), lo mas importante de una posición. Armonía; que palabra tan bonita.



¿Cuanto valen las cosas? Cambiemos la pregunta: ¿Que nos hace felices? Valoremoslo. La felicidad, mas que conseguir algo, es el camino que seguimos. Valorar lo que nos hace felices. ¿Como? Una manera puede ser la que decía Teresa, uno de los personajes de Milan Kundera en su novela, "La insoportable levedad del ser":

"Si, la felicidad es el deseo de repetir..."