jueves, 11 de abril de 2013

Bellezas

La primera y única vez que me subí a una limusina fue en Módena. Me alojaba en el Hotel Fini, y la pusieron a nuestra disposición para ir a cenar una noche, en el restaurante del mismo nombre que hay en la ciudad.

En Módena hay 3 cosas, que yo sepa, de las que están orgullosos. Del "aceto balsámico", de Ferrari (cuya central se encuentra en Maranello, a muy poca distancia) y de Luciano Pavarotti...


Que voz la de Luciano...

Que belleza...

En la canción del vídeo (cantada junto a U2 en la propia ciudad de Módena), se homenajea a la original y desesperada acción de los ciudadanos de Sarajevo que, en la guerra de los Balcanes, tras 3 años de asedio a la ciudad, concibieron un concurso de belleza donde las famélicas participantes pedían, aprovechando la difusión del evento: "por favor, no dejéis que nos maten".


¿Como llamaríamos a la belleza y el estremecimiento que sentimos al escuchar a Pavarotti? Es fácil apreciar su esencia, cierra uno los ojos y se deja llevar...

A todos nos atrae lo bello, ya sea de una persona, ya sea de un arte... lo bello, la belleza, las bellezas, son como la armonía, algo que deseamos, que nos gustaría disfrutar, algo que nos damos cuenta que es valioso y que se acerca de algún modo a la perfección.


¿Y lo complejo? ¿Como apreciamos su belleza? Esto es mas difícil, pero no muy diferente. Al ajedrez le pasa, dada su complejidad para apreciar la belleza que contiene hay que saber, hay que esforzarse.

¿Y si nos esforzamos? Encontramos la recompensa. Descubrimos la belleza. La belleza del descubrimiento, del ingenio, de la elegante solución de un problema, de una brillante explicación... además hay personas que tienen el Don de descubrirla y transmitirla... Traducen a un idioma accesible los entresijos de lo complicado.


Vaya aquí mi homenaje al pensador, profesor y divulgador Jose Luís Sampedro, fallecido esta semana. Una de esas personas que descubren la belleza oculta, que nos invita a pensar, y que nos la ofrece para que, con mas esfuerzo que escuchando a Pavarotti, pero con el mismo sentimiento, la podamos divisar y disfrutar...

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