jueves, 18 de abril de 2013

El dios Sol

El Sol ha sido venerado en la mitología de muchas culturas y civilizaciones como un dios. Incas, Egipcios, incluso en la remota China se le rindió tributo al astro que hace posible la vida en la tierra.


Asociamos al Sol con cosas positivas. Decimos, "eres un sol", o "solete" de forma cariñosa a quien queremos apreciar. Lo asociamos a la luz, y a la ausencia de nuestro Sol la llamamos tinieblas. Cuando nos lo ocultan las nubes hablamos de días grises, feos... cuando consigue asomarse, nos maravilla y alegra ver que sigue ahí... Y que decir del arco iris ...

El Sol es nuestra estrella. Cuando hablamos de estrellas, nos referimos a sus hermanas del universo, o a las personas que destacan, o que alumbran los acontecimientos que vivimos. Estrellas del rock, del cine, del deporte... las hay fugaces, las hay de menos intensidad, y otras que nos iluminan y nos inspiran cuando las vemos o escuchamos. Incluso nosotros mismos hemos tenido nuestros momentos de gloria y hemos sentido ese resplandor que salía de nosotros mismos...

Una estrella del firmamento ajedrecístico, eclipsada (otra palabreja relacionada con nuestro Sol) por otros mas mediáticos, pero que logró cosas increíbles fue Vasily Smislov.


Muchas veces eclipsaron a nuestro personaje de hoy, pero otras tantas se levantó e hizo historia. Pudo dedicarse al ajedrez o a la música pues,  tenía voz de barítono y en 1950 estuvo en puertas de ser admitido en el famoso Teatro Bolsoi de Moscú. En muchas ocasiones cantaba en las ceremonias de los torneos, y deleitaba a quienes le escuchaban.

En 1954 consiguió retar al campeón del mundo de ajedrez, tras derrotar al resto de candidatos. No consiguió serlo pues empató en su match con Botwinnik y éste, en caso de empate retenía el título. Tres años después, de nuevo derroto a todos los candidatos, y por fin fue campeón. Poco le duraría la alegría pues al año siguiente en un match de revancha perdió.

De nuevo tenía que empezar. ¿Se desanimó? Posiblemente, pero siguió luchando. Lo sorprendente de su caso es que, 30 años después, en 1984, con 63 años, de nuevo casi logra la proeza de ser el retador para el campeonato del mundo. Solo un jovencísimo Gary Kasparov logro derrotarle en la final del torneo de candidatos...


Smyslov es un ejemplo de que, tras días grises, si lo intentas y no te desanimas, siempre pueden venir días mejores, días con Sol. Os dejo con los Beatles, que ya lo decían también... "Here comes de Sun"...

1 comentario:

  1. Aconsejo éste post a todas aquellas personas que, incansablemente, luchan día a día para tener sus días de Sol. Muchas gracias bloggero!

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