miércoles, 3 de octubre de 2012

Pequeños placeres, grandes sonrisas...

Dice el aforismo que "la sonrisa cuesta menos que la electricidad y da mas luz".

Vamos tan deprisa a veces, tan con el piloto automático, que no valoramos lo suficiente esos pequeños momentos que, sin ser a veces conscientes de ellos, nos dan ese pequeño placer y nos hacen disfrutar.

Creo que era Arturo Pérez Reverte el que lo contaba en alguna de sus crónicas. Si no recuerdo mal, decía que, cuando era reportero de guerra en los balcanes, tras pasar alguna peripecia con una periodista local que le hacía de intérprete, llegaron al hotel de Arturo. Ella, que sabía que era el único con agua caliente, casi le suplicó que le dejara darse una ducha. De su crónica solo recuerdo ya como describía la cara de felicidad de la muchacha al marcharse.

Pequeños placeres, comodidades que no valoramos, y solo recordamos cuando perdemos. Cuando enfermamos añoramos el placer de estar sanos, ¡lo que daríamos por no toser, o no tener fiebre!

Hagamos una lista:

- Una ducha caliente
- Estar sano y respirar el aire fresco de la mañana
- Una buena partida de ajedrez... con tiempo
- Una cerveza bien fría en verano cuando tienes sed...
- La risa...

¿Que mas amigos?

Por cierto: ved este vídeo. Espero que sea un pequeño placer para vosotros, de estos que estamos hablando...



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