viernes, 30 de noviembre de 2012

Cuarteles de invierno

Llega el invierno. Tanto en lo meteorológico como en otros aspectos. ¿Que hacer?

Una de nuestras formas de aprender es la imitación. En marketing incluso le ponen uno de esos nombres que importamos del inglés y que tan bien nos suenan: "Benchmarking", pero es como aprendemos de niños, observando e imitando a nuestros padres, maestros, hermanos, primos, amigos, malas compañías ..  una de las claves de la supervivencia es la imitación de modelos adecuados. Uno interesante en estos tiempos puede ser el de los romanos. Hace mas de 2.000 años...


Dice la frase que, "en tu lucha contra el resto del mundo, te aconsejo que te pongas de parte del mundo..." y eso es lo que permitió sobrevivir mas de un milenio a las legiones romanas.

No somos invencibles, somos humanos. Ante la llegada del invierno (climático o de nuestras circunstancias personales), podemos hacer como las legiones romanas. Tanto en las épocas de conquista como en las que tenían que defender las fronteras del imperio, cuando las condiciones que les rodeaban hacían imposible continuar, se acantonaban en lo que conocemos como "cuarteles de invierno". Podían ser semi-permanentes en épocas de paz o "desmontables" en épocas de guerra.


En su interior, mientras las condiciones exteriores impedían proseguir con las operaciones, se entrenaban los reclutas, afilaban las armas los veteranos, y los generales planificaban como proseguir la campaña que tenían encomendada. Creo que en una de sus estancias en los cuarteles de invierno fué cuando Publio Cornelio Escipión, el Africanus, fraguó la impresionante estratégia con la que venció a Anibal en la batalla de Zama.

También se echaban a perder muchos generales y legionarios en estos retiros forzosos. La inactividad podía derivar en peleas, vicios, miedo, autocompasión... esos no veían el primer amanecer de la primavera, y no podían luchar por sobrevivir, cumplir sus objetivos o poner en marcha sus planes.

Si las condiciones que nos rodean lo aconsejan, retirémonos a nuestros cuarteles de invierno. En ajedrez, como en la vida, manda la posición, el entorno. Si la posición se ha deteriorado (como el clima) y ya no es adecuado atacar. Démonos cuenta. Reconozcámoslo y, para sobrevivir, acantonémonos, busquemos refugio, defendámonos, y, ya en nuestro cuartel, planeemos como será la vida en primavera.

PD: La letra de la canción "Camino Soria" parece hecha a medida... os dejo con ella




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