martes, 15 de enero de 2013

Garantias

Nos están acostumbrando mal. Nos repiten una y otra vez la palabreja: Garantía, garantizado, seguro... para lo que compramos, para lo que pedimos... se nos hace creer que muchas de las cosas que nos rodean están garantizadas o aseguradas... y  no es cierto.


Ya lo decía Harry el Sucio (Clint Eastwood) en una de sus películas: "Si quiere garantías señora, cómprese una tostadora". Uno de los principales progresos de la humanidad ha sido el estado de cierta seguridad en el que se vive en el primer mundo... y digo cierta seguridad porque, cuando vienen crisis y problemas como, por ejemplo, los de ahora, nos damos cuenta de que vivimos una vida inestable.

Y el refranero popular también lo sabe... la coletilla "si Dios quiere", o, "si no pasa nada" hacen alusión a lo difícil que es dar seguridad.



Por eso es interesante pensar antes de hablar. Un ejemplo. Siegbert Tarrasch, fue uno de los mejores jugadores de ajedrez de su época. Es recordado, ademas, por su inmenso amor al ajedrez. Tras muchos tiras y afloja, y alguna que otra polémica,se iba a enfrentar a Emanuel Lasker en 1908 por el titulo de campeón del mundo. La organización, tratando de apaciguar los ánimos antes de jugar, invitó a ambos jugadores a una entrevista previa. Lasker estuvo de acuerdo, pues afirmó que no sentía rencor hacia su rival. Cuando Tarrasch se acercó a Lasker, le dijo con rostro ceñudo:

- "A usted, doctor Lasker, solo tengo que decirle dos palabras: ¡jaque mate!"

Y se fue dando un portazo. Tarrasch se sentía fuerte, por fin ante su gran oportunidad... pero como comentaba al principio, no tenemos garantías  El encuentro fue muy amargo para nuestro protagonista, pues perdió 8 partidas, y tan solo ganó 3.

Tenemos mas o menos probabilidades, pero garantías .. ufff. Hay que luchar siempre hasta el final. No nos podemos confiar.

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